La Fundación Vicki Bernadet ha sido galardonada este año en los Premios La Confederació con la mención especial en reconocimiento a los 20 años de trabajo en la prevención y atención del abuso sexual infantil. Los Premios La Confederació quieren destacar las iniciativas transformadoras del Tercer Sector Social para la mejora de la calidad de vida de las personas y con un una incidencia destacada en la transformación de la comunidad.
Joan Segarra, presidente de La Confederación, ha destacado el trabajo realizado y el carácter transformador de las 33 candidaturas a los premios de este año. “Es lo que hacemos y cómo lo hacemos”, remarcó Segarra. La Fundación Vicki Bernadet ha participado con dos proyectos de la entidad en la categoría de Transformación Social:
- Aprender a proteger
- Creación de protocolos de detección y circuitos de comunicación y de reducción de riesgos
Aunque no ganó en esta categoría, el jurado ha decidido premiar a nuestra entidad con el premio mención especial para reconocer todo el trabajo realizado en la atención y prevención del abuso sexual infantil en todo el país e implicando a todos los colectivos. Queremos aprovechar también para felicitar a todos los premiados así como a todas las candidaturas presentadas en esta edicició y por todo el trabajo hecho desde las entidades del Tercer Sector Social.
Aprender a proteger
Este es un programa diseñado para toda la población infantil y adolescente, así como a sus familias, y los profesionales de las escuelas para conseguir crear un espacio de protección y comunicación alrededor del niño que permite no sólo una mejor prevención de el abuso sexual infantil sino una mayor detección y una respuesta adecuada en casos de posibles verbalizaciones.
En este sentido, el proyecto tiene un impacto directo en el entorno social y familiar:
- Facilitando información a los niños
- Proporcionando la formación de profesionales
- Promoviendo espacios familiares de confianza.
Creación de protocolos de detección y circuitos de comunicación y de reducción de riesgos
El objetivo de crear protocolos es proteger a todos los niños y adolescentes y a todos los y las profesionales, personal administrativo y de servicios, de las entidades, de situaciones que puedan considerarse abuso sexual. En estos, se trabaja de manera personalizada con cada entidad o administración pública que quiere trabajar la protección a la infancia y adolescencia. De esta manera, se profundiza en las actividades que desarrollan, en los espacios utilizados y en la relación entre los profesionales, voluntarios, practicums, personales administrativo y niños y adolescentes. Se valoran las buenas prácticas existentes, y se busca la manera de incluir la protección a la infancia y la adolescencia como uno de los principales valores de la entidad.
Esta iniciativa ha tenido un impacto en todas las entidades en las que se ha desarrollado, debido a que la metodología empleada ha hecho que las personas que trabajaban en las entidades, entraran directamente a trabajar el contenido del protocolo y que dispusieran de información sobre lo que significa un abuso sexual infantil, y que en todos los casos cambiara la mirada hacia la protección de la infancia y la adolescencia. Esto ha hecho que se tuvieran que repensar las maneras de actuar con la infancia y la adolescencia, y que hubiera un debate muy constructivo sobre la práctica profesional.
La novedad de la aportación no está en el hecho de crear un protocolo, sino en la metodología, y en el producto final, que incluye circuitos internos para trabajar la notificación de posibles situaciones de abusos sexuales, circuitos de comunicación en situaciones de crisis y por el trabajo asociada a la reducción de riesgos de los profesionales que trabajan.