Estudios realizados en Españaa (Dr. Félix López, 1994. Ministerio de Asuntos Sociales) y en otros páises de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, estiman que un 23-25% de las niñas y un 10-15% de los niños sufren abusos sexuales antes de los 17 años. El 60% no recibirá ningún tipo de ayuda.
El abuso sexual infantil es, por lo tanto, un problema de salud pública que requiere de una atención especializada y, sobre todo, de una toma de conciencia por parte de toda la sociedad.
Vicki fue víctima de abuso sexual de los 9 a los 17 años y no lo reveló hasta los 34. El momento de la revelación, como en la mayoría de los casos, supuso enfrentarse a dos realidades: la reacción del entorno familiar y la inexistencia de recursos especializados dónde acudir para encontrar ayuda.
Su espíritu de lucha, su inconformismo y su determinación le llevaron en 1997, a crear la Institución que ahora lleva su nombre para que otras víctimas no tuvieran que vivir el mismo rechazo, incomprensión y soledad. En el año 1997 creó la entidad con el objetivo de ofrecer una atención integral y especializada a todas aquellas personas afectadas directa o indirectamente por un abuso sexual en la infancia, llegando a ser una Fundación referente en este ámbito, que cuenta con una sede en Barcelona y otra en la Comunidad Autónoma de Aragón.
Consciente de que no se puede trabajar exclusivamente de manera paliativa sobre las consecuencias del abuso sexual infantil, uno de los ejes centrales del trabajo de Vicki y de su organización es la prevención y sensibilización, para que se pueda hablar de ello sin secretismos ni tabúes. A través de una estrategia eficaz de comunicación y sensibilización social, se está consiguiendo que se hable de los abusos sexuales a menores en medios de comunicación, que se discuta en las escuelas y que se aborde desde las instituciones relacionadas con la infancia.
Con esta línea de acción, Vicki persigue un doble objetivo: que la sociedad reconozca su existencia y emplee los medios necesarios para prevenirlo, identificarlo a tiempo y tratarlo adecuadamente, y que se rompa el “círculo de silencio” para que las víctimas dejen de avergonzarse, de sentirse culpables y encuentren la fuerza suficiente para pedir ayuda.
En 2006 fue nombrada emprendedora social de la red internacional ASHOKA. (Red internacional de emprendedores sociales).