Ayuda del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón

Ayuda del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón

Gracias al apoyo del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, con cargo a la asignación del 0,7% del IRPF, podremos trabajar también en esta Comunidad Autónoma, en los mismos proyectos diseñados por el equipo de la entidad, que aportan los recursos y la experiencia necesaria: IRPF FADA, dirigido a víctimas de ASI y IRPF MUJERES, dirigido a mujeres que han sufrido algún tipo de abuso sexual en la infancia

Reconeixement del Departament de Justícia a la Fundació Vicki Bernadet

Reconeixement del Departament de Justícia a la Fundació Vicki Bernadet

Reconeixement del Departament de Justícia a la Fundació Vicki Bernadet

La Fundació Vicki Bernadet ha rebut el reconeixement públic per part del Departament de Justícia  per la col·laboració i compromís amb els serveis de mesures penals, de reinserció i d’atenció a la víctima. Volem expressar les gràcies pel vostre reconeixement i confiança. Estem molt contentes de compartir aquest repte comú amb totes les persones, entitats, institucions i còmplices en la lluita conjunta per un futur en el que la infància creixi lliure de tot tipus de violència. Amb l’ajuda de tots, un futur millor sempre és possible.

Nuevo éxito del proyecto de atención y prevención de ASI (IRPF 2020 – Ministerio de Derechos Sociales)

Nuevo éxito del proyecto de atención y prevención de ASI (IRPF 2020 – Ministerio de Derechos Sociales)

La Fundación desarrolla desde hace años, un proyecto de formación, prevención y atención a víctimas y familias, con la ayuda del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, a cargo del 0,7 del IRPF y del Impuesto de Sociedades.

El pasado 2021 cerramos el proyecto con 272 beneficiarios directos: 45 personas se han beneficiado de los Servicios de atención psicosocial y jurídica y 227 del curso y talleres de formación. Las lineas estratégicas del proyecto son;

 

1.El servicio de información y asesoramiento especializado a víctimas, familiares y profesionales se realiza vía telefónica i/o mail y se lleva a cabo por la Trabajadora Social, en colaboración con el equipo de psicólogos/as y la abogada, en función de la demanda de información y orientación que se necesite
El objetivo es realizar un primer asesoramiento psicosocial y proporcionar información sobre una situación de ASI, siendo importante además contener la angustia y encauzar la demanda de la persona. En este primer contacto siempre se fomenta la concertación de una primera visita de acogida, si es posible, en las sedes de Cataluña y Aragón y en los casos de otras Comunidades Autónomas, se ofrece una entrevista online o se proporciona información detallada de los recursos especializados y de los circuitos de atención a la infancia correspondientes. Todos estos servicios tienen como objetivos:
• Dar una respuesta adecuada e inmediata a todas las personas que piden ayuda por una situación de ASI, teniendo en cuenta las particularidades de cada caso (territorio, relación con el abuso sexual infantil: afectado, familiar, profesional, etc.), orientando a nivel psicológico, psicosocial y jurídico.
• Asesorar a familiares y profesionales para una correcta actuación frente a un caso de ASI, así como de los recursos, protocolos y circuitos propios del territorio y una correcta coordinación para la posible derivación de un caso a otro servicio del Servicio de Atención de la Fundación.

 

2. En cuanto a las actividades de formación estas se han realizado en casi su totalidad (todas menos dos) en formato online debido a las restricciones por COVID19 que han permanecido durante todo el 2021 de forma especial en aquellas actividades que implican juntar en un espacio un alto volumen de personas de procedencias distintas.

La formación a profesionales se ha realizada a través de un campus virtual moodle lo que ha permitido a los participantes conciliar las diferentes responsabilidades con la realización del curso. A pesar de que sea un curso totalmente asincrónico se basa en una metodología participativa con momentos de trabajo grupal a partir de foros de debate y reflexión entre los diferentes participantes con el objetivo de intercambiar conocimientos, experiencia y puntos de vista entre participantes muy diferentes.

Los talleres para familias sobre la prevención del abuso sexual infantil se han realizado en formato online videoconferencia y han tenido una metodología participativa en la que las personas asistentes han tenido una posición activa tanto para preguntar cualquier cosa como para participar de las dinámicas y preguntas propuestas. Para poder llegar a familias de diferentes comunidades donde nuestra Fundación no dispone de sede, la metodología de organización se ha basado en contactar con organizaciones locales o autonómicas a través de las cuales se ha ofrecido la actividad. De esta manera hemos asegurado poder llegar a familias de diferentes territorios de todo el país.

 

RESUMES DE LAS ACTIVIDADES REALIZADAS:

  • Servicio de información, orientación y/o atención terapéutica online a víctimas, sus familias y profesionales que tengan sospechas o certeza de un caso de abuso sexual infantil
  • Servicios de asesoramiento jurídico especializado a víctimas de abuso sexual infantil i/o a sus familias
  • Taller online para familias con la Asociación feminista Espazo (Galicia)
  • Taller online para familias de la Escuela Santiago y Cajal (Cataluña)
  • Taller online para familias en el Centro Cívico Cotxeres Borrell (Cataluña)
  • Taller online para familias con la Asociación Somos Más (Aragón)
  • Taller online para familias con la Asociación de Familias de la Escuela Pere Casasnovas (Menorca)
  • Taller online para familias con la Asociación de Madres Solteras por Elección (Madrid)
  • Taller online para familias con el Grupo de Crianza Nadons en Harmonia (Cataluña)
  • Taller online para familias del Espacio Familiar del Verdum (Cataluña)
  • Formación subvencionada sobre abuso sexual infantil para profesionales y voluntarios del sector social, educativo y/o de salud (estatal)

 

Recomendaciones para regalar

Recomendaciones para regalar

Hemos hecho una pequeña lista de recomendaciones para regalar a víctimas de abuso sexual infantil. Esperamos que os sea de ayuda, recuerda que el mejor regalo es escuchar y ofrecer tu apoyo.

Toca el Piano – James Rhodes

James Rhodes, ganador del Premio Fada 2017, te contó el poder sanador de la música con Instrumental. Ahora te enseñará a tocar el Preludio nº 1 en Do Mayor de Bach en seis semanas.

https://www.blackiebooks.org/catalogo/toca-el-piano-castellano/

Libreta

Una de las mejores maneras para recuperarse de un evento traumático es procesarlo, y escribir aporta un espacio seguro donde hacerlo. Una libreta y un buen bolígrafo son nuestro regalo preferido.

https://es.moleskine.com/es/notebook-clasico-negro/p0460

Juia Jewels

STORM es una joya que define la esperanza ante los malos momentos y sensaciones de angustia por las que pasa una persona que ha sufrido abusos sexuales en la infancia. Este colgante de plata texturizada y oxidada representa la victoria de la luz sobre los tiempos oscuros, la culpabilidad y secretos a los que se enfrenta la víctima. Los beneficios se destinan a la Fundación Vicki Bernadet, con lo que estarás haciendo un regalo solidario.

https://www.juiajewels.com/joyas-de-autor/joyas-joyeria-etica-joya-solidaria/

Apoyo

Ofrecer apoyo y recordar que toda situación traumática se puede superar con ayuda y resiliencia. Un vídeo o una postal con tu apoyo serán un elemento positivo que agarrarse cuando los ánimos estén bajos.

Photo by Annie Spratt on Unsplash

Feliz San Jordi!

Feliz San Jordi!

Feliz San Jordi!

Uno de los días más bonitos en nuestro calendario es el día de San Jordi. Olor a primavera, a hermandad, a calle..olor a cultura..una ventana a la esperanza y a la alegría de vivir.

Si existe algún sentimiento que nos caracteriza más, a todos nosotros, es precisamente el deseo de que nuestras vidas transcurran caminos ilusionantes, que cada día sea San Jordi.

En la Fundación Vicki Bernadet, nos gustaría que esta ilusión, luz y color fuera compartida por todos y cada uno de los niños y niñas de nuestra sociedad, esta es, sin duda, la mayor de las esperanzas que nos acompaña en cada acción y en cada proyecto. Nuestros esfuerzos van dirigidos a ayudar a todos los menores que han sufrido algún tipo de abuso sexual a recuperarse y a recobrar la sonrisa con la que todos despertamos el día de San Jordi.

Por todo esto, uno de nuestros objetivos es el de visibilizar esta lacra social y trabajar en la sensibilización y prevención, rompiendo el silencio, caminando juntos hacia un futuro siempre mejor. Un cambio necesario, un reto común..

Hoy, día de San Jordi, un día en el que celebramos con entusiasmo el amor y la cultura, desde la Fundación Vicki Bernadet queremos poner en valor la dimensión social y sensibilizadora de esta cultura festejada y que engloba las maneras de vivir, los sistemas de valores, las tradiciones y los derechos fundamentales de forma inclusiva i íntimamente ligada con la lucha social. La cultura que despierta conciencias ha sido siempre uno de nuestros aliados más destacados a través de colaboraciones y asesoramientos a artistas, agentes culturales y todo tipo de proyectos del mundo de la música, fotografía, periodismo, literatura, artes escénicas y audiovisuales. Claro ejemplo de esta alianza es El Premio Fada a la cultura, que se ha convertido un proyecto muy querido para nuestra entidad. En cada edición de estos premios hemos reconocido a aquellas personas que han destacado, a través de su obra, en la lucha contra los abusos sexuales a menores, dando valor a estos cómplices, comprometidos con los niños y niñas, con nuestro futuro.

Celebremos la cultura, celebremos este despertar de conciencias comprometidas, especialmente hoy. 

Os invitamos a vivir un San Jordi al lado de la infancia, también de la mano de una lectura solidaria y valiente, capaz de difundir en todas partes la necesidad de ser conscientes de una realidad que afecta a 1 de cada 5 menores y alentarnos a formar parte de la lucha contra los abusos sexuales infantiles.

Celebremos y defendamos los derechos de todos los niños y niñas..que cada día sea San Jordi.

FELIZ SAN JORDI A TODOS Y TODAS.

La protección de la infancia desde la escuela

La protección de la infancia desde la escuela

Evento nacional online: La protección a la infancia desde la escuela.

Ya puedes inscribirte en la nueva jornada que organizaremos con Grevia y la Universidad de Barcelona el 7 de mayo. Será un evento nacional 100% online y gratuito, donde participará Vicki Bernadet y Marina Bartolomé por parte de la Fundación Vicki Bernadet.

Accede a fomulario de inscripción haciendo click aquí.

Puedes consultar el programa en la imagen que acompaña este artículo.

la proteccion a la infancia desde la escuela
la proteccion a la infancia desde la escuela
La Elisabete y el grupo terapeutico.

La Elisabete y el grupo terapeutico.

Una colaboración especial.

Elisabete Gomes es una violinista de cuarenta y un años, nacida en el norte de Portugal. En este texto relata su experiencia en el grupo terapéutico de la Fundación, con la esperanza de que otras víctimas de abuso sexual infantil puedan entender la finalidad de estas sesiones.

Desde la Fundación queremos agradecer a la Elisabete por su coraje y el esfuerzo en la redacción de una vivencia tan personal. Esperamos que os guste tanto como a nosotros nos ha gustado.

Los nombres que aparecen en este relato no son reales.

Elisabete Gomes

Hemos aprendido a callar.

Entré nerviosa en aquella sala de la Fundación con las sillas en círculo. Era como si dibujaran un globo, un planeta privado, un mundo propio. Buscaba un lugar como los niños el primer día de clase, cuando intentan adivinar en la mirada de sus compañeros, un amigo. Allí, todos teníamos la misma mirada. Me senté al lado de una de mis compañeras y esbocé una sonrisa. Intentaba dar un aire de normalidad y, de vez en cuando, estiraba el cuello para sentirme más digna.

Enara hablaba más. Gesticulaba de forma ansiosa mientras explicaba cómo su abuelo había abusado de ella. El ya había muerto, pero la herencia que le dejaba a su nieta era, como mínimo, difícil de manejar.

Ella hablaba muy rápido y sus palabras se atropellaban en mi cabeza. Cada una de sus frases caía como una bomba en el medio de la sala y  yo empezaba a sentirme realmente mal: se evadían mis pensamientos, tenía dificultad para concentrarme, me sentía excesivamente crítica en relación a todo y a todos y una náusea profunda comenzaba a invadir mi cuerpo como si fuera un veneno.

En ese primer día, Fátima también habló; era mucho más joven que la mayoría de los que estaban en la sala y se expresaba con la rebelión y la fuerza de su edad. Pronto iría a juicio, para acusar a su padre de haber abusado de ella durante años, con la complicidad de su madre.

La historia de Teresa tenía un escenario similar, se veía en ella, al mismo tiempo, el coraje y la decisión de sus 20 años y la claridad y profundidad de alguien con muchos años más. Ella daba la sensación de que sabía lo que quería, lo que no quería y lo que tenía que cambiar en su generación. Pero la mayoría de nosotros rondábamos los cuarenta y habíamos vivido toda una vida de silencio y represión. Represión infligida por el entorno, o autoimpuesta, o simplemente de negación, de una repetición constante de la mente, de una reformulación de la verdad a niveles aceptables de supervivencia.

En esa sala, los chicos eran menos y más silenciosos y creo que no los he escuchado hablar hasta unas cuantas sesiones más tarde. Había un tío, un vecino, un hermano, un maestro, un padre, un abuelo o un sacerdote en cada triste historia y todos habían herido profundamente la confianza de inocentes.

Salí de ese primer encuentro con la sensación de que aquellas historias se pegaban a mi cuerpo. Me parecía extraño lo incómoda que me sentía, cuando durante tanto tiempo había deseado poder participar en uno de estos grupos, poder hablar con quien hubiera vivido lo mismo. Pero, en ese momento, me parecía que no. Mi mente cuestionaba lo que una vez había sentido con tanta convicción y se preparaba para jugar conmigo un viejo truco: me contaba historias, me decía que tal vez mi caso fuera diferente, que tal vez lo mejor para mí sería olvidarlo, que tal vez yo no tuviera necesidad de hablar.

Aprendí de muchos años de terapia que mi mente no tenía malas intenciones, sino que quería protegerme. Protegerme no dejando que me identificara, no permitiéndome reconocer que yo era tan solo una víctima más (en el sentido real de la palabra) y que estaba entre otros como yo. Esta vez sospeché. De la misma manera que sospechas cuando escuchas la misma historia, o la misma excusa, muchas veces. Bueno, eso ya no me sirve de nada, pensé. Y lloré amargamente.

Aprendí de muchos años de terapia que mi mente no tenía malas intenciones, sino que quería protegerme.

Callamos, negamos, huimos, excusamos, reformulamos porque la vergüenza y la culpa que sentimos son insoportables. Y algunos de nosotros nos emborrachamos, nos drogamos, nos suicidamos. Porque llega el momento en que los celosos centinelas de nuestras mentes ya no nos defienden, sino que apuntan con el cañón de la escopeta en nuestra dirección y van a las últimas consecuencias. Si no hacemos algo para poder enfrentarlos.

Lo que llevamos dentro no se limita a un malestar natural causado por un mal recuerdo, es algo que se engancha a toda nuestra existencia y nos hace sentir avergonzados y culpables incluso por estar vivos. Este aspecto me hace sentir particularmente enojada. Como si no fuera suficiente pasar por el abuso, nuestro mundo (interno y externo) parece organizarse para hacernos la vida especialmente difícil. Esto sucede por muchos motivos, que no puedo explicar completamente ahora, pero uno de los grandes es porque hemos aprendido a callar. Hay una sociedad entera que nos enseña, e incluso nos motiva, a callar. Y si tenemos que callar, es porque debemos haber hecho algo muy vergonzoso.

Hubo un ejercicio que hicimos en el grupo: consistía en atribuir, de acuerdo con lo que sentíamos “en el estomago”, por decirlo de alguna manera, un porcentaje de responsabilidad por lo que sucedió al adulto abusador y otro a nuestro niño o niña abusados. Ninguno de nosotros pudo asignar, en su propio caso, 100% de responsabilidad al abusador. Sin embargo, cuando lo hicimos en relación con el caso de otro colega, estaba completamente claro que la responsabilidad de un adulto que abusa es suya y de nadie más. Quizás este sea un buen momento para recordar que cuando hablamos de nuestros niños o niñas, hablamos de niños y niñas de 6, 8, 11, 12 años… ¿Cuál fue su responsabilidad? ¿Estar en el lugar equivocado en el momento equivocado? ¿Confiar? ¿Ser niños?

Hay una sociedad entera que nos enseña, e incluso nos motiva, a callar. Y si tenemos que callarnos, es porque debemos haber hecho algo muy vergonzoso.

Me rompió el corazón ese día y continúa rompiéndose ahora. Me sentí muy enojada, todavía me siento. No es una mala rabia. La rabia no es mala, sirve para defendernos. En mi caso, incluso estoy agradecida porque durante demasiado tiempo lo único que sentí fue apatía y tristeza. Y esta es una rabia que devuelve vida a mi cuerpo y me hace ganar fuerzas para decir basta. Basta de la locura de perpetuar el castigo más injusto.

Me hice muchas y muy buenas promesas durante las sesiones en la Fundación. Espero poder cumplirlas todas. Pensar en mis compañeros ayuda. Con el grupo sentí fuerza, claridad, lucidez. La humanidad no es tan egoísta: mejoramos ayudando a mejorar al otro.

Esta comunión humana permite que comience un lento proceso de alquimia, en el que una voz interna muy débil, hace mucho tiempo olvidada, comienza a tomar forma y a hablar en los breves intervalos en los que podemos silenciar a nuestros demonios. Esta voz no suena como la de un general, autoritario o poderoso. Por el contrario, es más como la de un niño, frágil, pequeño, y probablemente lo primero que queremos hacer es ridiculizarla o no darle ninguna importancia. Pero esa voz es dulce, tierna, vulnerable, sobre todo digna, y habla como una flor en el cañón de una escopeta.

Esta comunión humana permite que comience un lento proceso de alquimia, en el que una voz interna muy débil, hace mucho tiempo olvidada, comienza a tomar forma y a hablar en los breves intervalos en los que podemos silenciar a nuestros demonios.

Recuerdo la mirada de cada uno de mis compañeros y reproduzco sus historias en mi cabeza. Al pensar en nuestras niñas y niños pequeños, ocultos durante tanto tiempo en las profundidades de nuestro ser, solo me viene al pensamiento la figura de mi personaje favorito de C. Dickens: Oliver Twist. Y pienso en él abatido, con los ojos ocultos debajo de su boina, hambriento, caminando hacia Londres después de tener la audacia de pedir un poco más de sopa. Haber tenido el coraje, incluso si lo presionaron sus compañeros, para decir: “¡Quiero más!”.

Antes de los libros de Dickens, los niños eran seres socialmente invisibles y, en muchos sentidos, siguen siéndolo. Soy fatal recordando estadísticas, pero estas no las puedo olvidar: 1 de cada 5 niños y niñas  sufre abuso sexual infantil antes de los 17 años. De estos, un 60% nunca recibirá ayuda y el 90% no lo dirá hasta la edad adulta. En el sitio web de la Fundación también está escrito cómo crecieron los números durante el confinamiento.

No creo en ninguna forma de cambiar las estadísticas que acabo de mencionar que no pase, también, por poder hablar abiertamente. Ya sea para evitar o poder superar, de la mejor manera, un trauma de abuso sexual infantil. En el caso de los supervivientes, depende de cada uno decidir el momento y la forma que considere posibles para que pueda hacerlo sintiéndose apoyado, con la seguridad y la confianza que puedan ayudar a soportar el miedo y la ansiedad, el malestar físico y psicológico, la vergüenza y la culpa.

Recuerdo haber dejado una de las últimas sesiones del grupo y sentir: Estamos aquí. ¡Vivos! – y pensar en cómo cada uno llegó allí, aferrándose a su propio bote salvavidas.

A mi me salvó y continúa salvándome mi violín, o una pintura de Chagall, o un poema que sale de mis entrañas y que insiste en ser escrito, mi hijo, el amor, mi familia, mi fe pequeña y frágil, la verdadera amistad y mucha terapia. Buena terapia. La que se ejerce con mucha profesionalidad pero sobre todo con amor incondicional, el que nace del respeto absoluto.

Recuerdo haber dejado una de las últimas sesiones del grupo y sentir: Estamos aquí. ¡Vivos! – y pensar en cómo cada uno llegó allí, aferrándose a su propio bote salvavidas.

Y me ha salvado también este grupo y cada uno de mis compañeros, que son como amplificadores de la voz de ese pequeño niño o niña de la boina que llevamos dentro y que, lleno de amabilidad, inocencia y coraje, insiste en decirle a la vida y al mundo: ” ¡Quiero más!”

 

Elisabete Gomes
Barcelona, julio 2020

La “Corte Interamericana de Derechos Humanos” emite sentencia sobre el caso Paola Guzmán Albarracín

La “Corte Interamericana de Derechos Humanos” emite sentencia sobre el caso Paola Guzmán Albarracín

Una sentencia esperanzadora.

El pasado 24 de Junio, la “Corte Interamericana de Derechos Humanos”, el equivalente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, dictó una sentencia mediante la cual declaró la responsabilidad del Estado de Ecuador por la violencia sexual sufrida por la adolescente Paola del Rosario Guzmán en el ámbito educativo estatal. La niña sufrió abusos sexuales del Vicerrector de la escuela a la que asistía, lo que tuvo relación con su suicidio. La sentencia culpa a este Estado también, de la violación de los derechos judiciales y del derecho a la protección judicial, en relación con el derecho de igualdad ante la ley en perjuicio de la madre y la hermana de la niña y la violación del derecho a la integridad personal de estas familiares de la víctima. 

En definitiva, el Estado de Ecuador incumplió la defensa de dos Derechos Humanos reconocidos, por un lado con la falta de tutela judicial efectiva al no perseguir al acusado y permitir la prescripción del delito y en segundo lugar contra los derechos fundamentales de la niña. 

A este Tribunal se someten voluntariamente los países sudamericanos firmantes de la Convención Americana de los Derechos Humanos, por lo tanto, esta sentencia constituye un precedente que puede vincular a los Estados firmantes de este convenio, y puede representar un cambio que implique más diligencia a la hora de proteger derechos fundamentales y perseguir a abusadores. 

Petita Albarracín, madre de Paola Guzmán, testificando delante de la comisión.

Parece que soplan vientos favorables con la defensa de los niños y las niñas y con la responsabilidad institucional y colectiva de esta defensa. 

Los Derechos de los Niños no son algo secundario ni complementario, son Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos de los niños y las niñas supone un reconocimiento del deber de proteger, en todo el mundo, a todos los menores de edad de injusticias graves que pueden limitar sus posibilidades de desarrollo y causar mucho sufrimiento. 

Son muchas las generaciones que han vivido la relación entre adultos y niños de forma muy jerárquica y descompensada, en la que la palabra del niño o niña carecía de valor, y en la que la defensa de los derechos fundamentales de los niños resultaba anecdótico. Si existe una lucha legítima y global sin fisuras es la de los Derechos Humanos, y si existe una motivación transversal a todos los humanos del planeta es la de cuidar de los niños y preservar nuestro futuro común. 

Ahora bien, todo cambio integral, para llegar a ser realidad, necesita de la complicidad de todos y cada uno de los miembros de la sociedad, sea la que sea. Es necesario, que más allá de la anécdota, todos nosotros entendamos que nada cambia si no queremos cambiar y nada avanza si no entendemos hasta qué punto es necesario trabajar conjuntamente en un futuro siempre mejor. 

Por encima de los intereses personales está el bien común, es la hora de tomar conciencia y generar un cambio más que necesario. 

Instituciones, profesionales, familias y ciudadanía haciendo frente común ante un reto único. 

Las Reparaciones que dictaminó la Corte IDH en el caso de Paola del Rosario, incluyen que en el plazo de un año, el Estado de Ecuador identifique medidas, adicionales a las que ya está implementado, para corregir y subsanar insuficiencias en relación con información estadística sobre situaciones de violencia sexual contra niñas o niños en el ámbito educativo; la detección de casos de violencia sexual contra niñas o niños en este ámbito y su denuncia; la capacitación a personal del ámbito educativo con respecto al abordaje y prevención de situaciones de violencia sexual; y la provisión de orientación, asistencia y atención a las víctimas de violencia sexual en el ámbito educativo y / o sus familiares. Todas estas medidas convergen con muchas de las demandas que el colectivo de víctimas, nacional e internacional, reclama desde hace décadas. Y todas estas demandas tienen una única cosa en común, su resolución depende de la implicación de cada uno de los agentes que formamos parte de la sociedad donde convivimos. 

Es hora de acompañar a las víctimas, es hora de darles prioridad, es hora de ser conscientes de su realidad y formar parte de la lucha hacia un futuro libre de abusos sexuales infantiles. 

Un Reto Común.